Cuando un cliente te pide un
diseño que consiga hacer llegar su mensaje a todos y por ello un mejor
posicionamiento en los motores de búsqueda, enseguida pensamos que nos está
pidiendo una web accesible. Pero ¿qué pasa si lo que nos está solicitando es
una App?
Ya hace años que se implantaron
una serie de criterios que los programadores y diseñadores debían seguir para
conseguir que sus web tuvieran la categoría de “Accesibles” y de hecho todos
los trabajos hechos para la administración pública debían seguir dichos
criterios. Estas normativas están reguladas y son “buenas practicas” para hacer
llegar nuestro mensaje también a personas con alguna discapacidad.
Lo que no está tan extendido entre nuestros profesionales es que también
existen criterios de accesibilidad para la creación de Apps.
Casi todos los programadores
cuentan con que los móviles o tablets tienen sus propios Gadgets que facilitan
este acceso o que será el propio usuario quien se descargará otras Apps que
mejoran la accesibilidad.
Y efectivamente existen Apps que
agrandan botones, leen los menús o cambian los contrastes entre colores pero
estos “Gadgets” no velan para que nuestra App sea agradable para el usuario o
que siga un criterio corporativo, sino que velan por ser prácticas. Si delegamos la responsabilidad de la
accesibilidad hemos perdido el control
de nuestro producto y por ello de nuestra imagen de empresa por lo que esta no
es una solución idónea.
Siempre es mejor hacer las cosas bien y controladas desde el principio que intentar adaptarlo después
y esto lo conseguimos siguiendo los criterios establecidos para dar
accesibilidad a nuestras Apps.
WAI como siempre lleva la
voz cantante en el tema de accesibilidad y da las pautas a seguir por programadores
y diseñadores para conseguir este reto de accesibilidad. Además
WAI va más lejos y sus recomendaciones abarcan tanto Móviles y Tablets como
televisores interactivos.
También Apple ha querido involucrarse en este compromiso social y nos
muestra sus propios pasos hacia la accesibilidad y premia a aquellos productos
que lo cumplan con un sello.
En líneas generales estas pautas consisten
en ofrecer alternativas en el uso de las Apps como por ejemplo una alternativa auditiva a los contenidos
visuales para una discapacidad visual
o una alternativa textual a los contenidos sonoros para una discapacidad auditiva.
Existen otras recomendaciones de sentido común por ejemplo para facilitar
la lectura el utilizar contrastes entre los textos y el fondo o identificar y
etiquetar claramente los botones, campos de edición y desplegables.
Pero no pensemos que esto sólo
es beneficioso para mejorar la accesibilidad
cuando en realidad estamos mejorando
también la usabilidad de nuestra APP
ya que conseguiremos hacer llegar nuestro mensaje, por ejemplo, en momentos de
mala luminosidad que no permiten ver bien la pantalla o de mala audición como
en un atasco o en el cine. Y además estamos ampliando los receptores a nuestra tercera edad cuya capacidad auditiva o
visual sea reducida.
Siguiendo las recomendaciones establecidas para la accesibilidad conseguiremos no sólo una mejorar nuestra cuota de mercado sino también
dar una imagen empresarial comprometida, ética y moral.
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